¿Cosméticos de farmacia, supermercados o grandes almacenes?

La industria de la cosmética mueve miles de millones de euros al año en ventas de productos para maquillaje. La diversificación del sector ha hecho posible que hoy en día se puedan comprar cosméticos prácticamente en cualquier tienda, desde pequeños comercios especializados hasta grandes almacenes, sin olvidar el supermercado y la farmacia o parafarmacia especialista en cosmética.

Sin embargo, en cuanto a precios, en muchas ocasiones existe una enorme variedad de unos sitios a otros que, quizás no tengan mucho que ver con la diferencia de calidad entre unos y otros. ¿O si?

Por ejemplo, puede darse el caso de que encontremos dos barras de labios difíciles de diferenciar entre ellas (mismo color, forma y textura) si no fuese porque tienen envases distintos. Sin embargo, una cuesta unos pocos euros y otra diez veces más. ¿Dónde está la diferencia? ¿Qué es lo que hace que por el precio de una podamos comprar muchas de la otra? Y sobre todo ¿cuál es más conveniente para mi?

La respuesta está en los resultados

A veces puede ser complicado dar una respuestas rápida y que sirva para todos los casos. Realmente diría que no existe esa respuesta siempre válida.

Como en todo, el precio bajo no es siempre sinónimo de baja calidad, pero tampoco lo contrario. Lo que si que suele ser una realidad es que la gran mayoría de los cosméticos de marcas contrastadas suelen tener mucha más calidad y durabilidad que otros de firmas desconocidas, los compres donde los compres. A pesar de ello, esto no es una ciencia exacta, y deberás tener en cuenta otras consideraciones.

Ingredientes

Los productos cosméticos consisten en ingredientes básicos tales como rellenos, fragancias, emolientes, humectantes, minerales, aglutinantes, conservantes, protectores solares y otros compuestos naturales o químicos, además de los pigmentos que realmente dan el punto de color al maquillaje.

En general, los cosméticos de calidad de grandes almacenes y parafarmacias utilizan ingredientes de base de mejor calidad, lo que hace que los productos se deslicen más suavemente, duren más, se arruguen o se agrieten con menos frecuencia y sean más suaves con la piel.

También es posible que incluyan en su fórmula compuestos especiales patentados para tratar el acné, aumentar la firmeza o camuflar las arrugas e ingredientes que pueden haber sido objeto de profundas investigaciones y pruebas, lo que aumenta su precio de venta. Por lo general, también tienen un menor contenido de agua.

Pigmentos

Los productos de los grandes almacenes y tiendas especializadas también tienden a tener una mayor proporción de pigmentos en los rellenos, y estos suelen estar mejor diluidos, por lo que el color se ve más verdadero e intenso. Además, las líneas de productos de firmas reconocidas tienen más opciones de color, especialmente cuando hablamos de bases y correctores. Por lo general, es más probable encontrar el color adecuado para tu piel que si lo buscas en el supermercado.

Mejor servicio

Aunque muchas cadenas de supermercados e hipermercados ya están desarrollando departamentos especializados en perfumería y estética, estos todavía distan mucho del servicio y asesoramiento que te puede ofrecer una maquilladora profesional que trabaje para una determinada marca en una gran superficie o tienda especialista de maquillaje.

Sin embargo, en las farmacias y parafarmacias, por ejemplo, rara vez encontrarás una persona realmente especialista que te pueda asesorar sobre ese producto que es el ideal para ti. En la mayoría de los casos, no te ofrecerán mas allá de la información genérica que les aporta el fabricante, aunque obviamente esto dependerá de cada establecimiento.

Diseño y prestigio

Más allá de la calidad de sus ingredientes, el alto precio de los cosméticos de ciertos grandes almacenes y firmas es simplemente el valor de poseer maquillaje de diseño y exclusivo. Los productos tienen un empaquetado muy elegante y atractivo (con un logo famoso y reconocible, por supuesto) y su precio es tal que los clientes lo relacionan con el lujo.

El precio lleva sutilmente al consumidor a creer que si una crema cuesta 100 euros, debe ser al menos diez veces más efectiva que la crema que sólo cuesta 10 euros. Las líneas de marcas VIP como Chanel, Givenchy o Dior (no sólo en los cosméticos) dan valor a imagen de estilo de vida elitista incluso por encima de lo que aportan los propios productos.

Aunque al final todo se reduce a la preferencia personal de cada uno, los maquilladores (así como los adictos a la belleza) están de acuerdo en que hay algunos productos por los que normalmente vale la pena pagar más, y hay muchos productos para los que un precio elevado no garantiza necesariamente una alta calidad. Por otro lado, existen productos baratos que pueden dar resultados tan buenos como los de gama más alta. Es cuestión de probar y decidir.